Llamamos acumulador de inercia a un depósito térmico, en el cuál, puede almacenarse provisionalmente la energía procedente de las calderas. Al igual pasaría con la energía solar solar y suministrada por los sistemas de calefacción  como los radiadores, suelo radiante y calefacción en pared.

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¿Cuándo se usan los acumuladores de inercia?

Los acumuladores de inercia se emplean principalmente cuando la producción y el consumo de calor no se produzcan en el mismo momento. Este es el caso, en especial, de calderas de leña e instalaciones solares. En las calderas automáticas se reduce el número de arranques del quemador, lo que conduce a una reducción del consumo de combustible.

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Tipos de acumuladores de inercia

Existen de dos tipos, acumuladores de inercia sin tratamiento para calefacción y con tratamiento para calefacción.

Sin tratamiento para la calefacción:

Un acumulador de inercia se utiliza mayoritariamente en sistemas de calefacción donde no se produce ACS, como por ejemplo en calderas de pellets o biomasa. Todas estas instalaciones necesitan un acumulador de ACS a parte si se quiere hacer uso de agua caliente sanitaria.

Con tratamiento para la calefacción:

Un acumulador con tratamiento se utiliza en sistemas de calefacción donde también se quiere producir ACS, como por ejemplo en sistemas de calefacción por aerotermia.  El agua se acumula en un depósito tratado para su posterior uso doméstico.

Biokima cuenta con una amplia gama de acumuladores de inercia. Si deseas más información sobre cualquiera de ellos, ¡contacta con nosotros!

Como ya te hemos comentado en otros post, las calderas de biomasa son una solución eficaz para reducir las emisiones contaminantes y los gases de efecto invernadero. Pero, ¿sabías que los pellets no son el único combustible que admiten?

A continuación, te explicamos los diferentes tipos de combustible que se pueden utilizar para este tipo de calderas.

 

Pellets

 

Es el biocombustible más estandarizado y normalizado. Tienen forma de pequeños cilindros y se comercializan de diferentes maneras (sacos, granel…). Según su calidad, tienen 3 clasificaciones, siendo el de calidad A1 el que asegura una concentración mínima de cenizas, nitrógeno y cloro.

Además, en los últimos años se están industrializando pellets de diferentes combustibles a parte de las de madera.

Las principales ventajas que presentan son su alto poder calorífico, su bajo contenido de cenizas y su gran disponibilidad y facilidad de almacenaje.

El principal inconveniente es que su precio es más elevado que el resto de los combustibles.

fabricación de pellet

 

Astillas

 

Son trozos pequeños de madera entre 5 y 100 mm de longitud, y se clasifican principalmente en función de su tamaño y humedad.

Las principales ventajas que presentan son el precio y que tienen un grado medio de estandarización a nivel europeo.

El principal inconveniente es su baja densidad respecto al pellets o hueso de aceituna, con lo cual el almacenamiento y transporte es más costoso.

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Residuos agroindustriales

 

Los residuos agroindustriales adecuados para su uso como combustible en calderas de biomasa son fundamentalmente los provenientes de las industrias de la producción de aceite de oliva y aceituna, de las alcoholeras y la uva, y de los frutos secos.

La principal ventaja que presentan es el precio, ya que al ser un subproducto de un proceso reduce su coste.

El principal inconveniente es su contenido de cenizas y que la distribución se concentra en la zona donde la industria extractora esté localizada.

 

Leña y briquetas

 

Aunque su uso se da con menor frecuencia que el del resto de los biocombustibles sólidos ya mencionados, existen también calderas modernas diseñadas para ser usadas con leña o briquetas.

La principal ventaja de la leña es su coste, sobre todo cuando se extrae de una explotación propia. En cambio, la briqueta destaca por su alto poder calorífico.

 

La evolución que han tenido las calderas de biomasa durante los últimos años ha hecho que se conviertan en una solución eficaz para reducir las emisiones contaminantes y los gases de efecto invernadero.

Por un lado, se podrían destacar las mejoras en cuanto al rendimiento y emisiones. Se han desarrollado calderas totalmente automáticas obteniendo unos rendimientos y emisiones inimaginables hace unos años.

Además, el desarrollo de nuevos combustibles estandarizados ha facilitado la popularidad de este tipo de calderas.

A diferencia de las calderas de combustible líquido o gaseoso, donde prácticamente hay un único combustible y muy estandarizado, en la biomasa hay una gran variedad de tipos de combustible.

biomasa energia sostenible

La continua evolución de la industria de la biomasa ha permitido que en la actualidad exista una gran variedad de biocombustibles sólidos susceptibles de ser utilizados en sistemas de climatización de edificios destacando los siguientes:

  • Pellets, producidos de forma industrial.
  • Astillas, provenientes de las industrias de la primera y segunda transformación de la madera o de tratamientos silvícolas y forestales (podas, clareos, cultivos energéticos leñosos, etc.).
  • Residuos agroindustriales, como los huesos de aceituna, cáscaras de frutos secos, almendra, piña, etc.
  • Leña y briquetas, que puede producirla el propio usuario (leña) u obtenerse en el mercado (leña y briquetas).

También cabe destacar que la automatización de las calderas de biomasa las ha dotado de medidas de seguridad, incluso con varios mecanismos para atajar un mismo riesgo, situándolas a la altura de las calderas más seguras.

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Hay que insistir en la importancia que tendrán las calderas de biomasa en la transición energética, ya que a la ventaja que aporta la sustitución de las calderas de combustibles fósiles por las de biomasa se ve refrendado por la disponibilidad de dicho combustible a nivel nacional.

No hay duda de que la mayor parte del gasto energético corresponde al uso de la calefacción: de hecho, de media las viviendas en España dedican hasta un 46% de la energía para mantener su vivienda o local a la temperatura adecuada. Obviamente, todo dependerá de la zona climática en la que se encuentre, hay zonas que necesitarás menos energía y otras más. Por todo ello, ciertamente se hace necesario apostar siempre por una energía lo más eficiente posible y ASÍ poder ahorrar energía. En todo caso, de nada sirve todo esto si no se han contratado las tarifas energéticas adecuadas; es decir, por mucho que tengas una energía eficiente y hagas un menor consumo, seguirás pagando de más si los precios no son los adecuados. 

¿Qué tarifas energéticas elegir? 

Son muchas las opciones que hay en el mercado para la calefacción: puedes contratar las tarifas de Iberdrola, de Endesa, de Holaluz, en Curenergía… Lo habitual es informarse sobre todas y cada una de ellas por internet; por ejemplo, puedes encontrar más información sobre las tarifas de Iberdrola a continuación: https://www.serviciosluz.com/iberdrola/tarifas/.

Sin embargo, no todas ellas tienen un precio del gas propano, del gas natural o de la electricidad más barato. Por eso, para encontrar el precio del gas propano en Cepsa o el del gas natural y la luz en Endesa, es importante encontrar la más barata para tu caso particular. ¿Y cuál es la fórmula más rápida de encontrar el precio del gas propano hoy más barato? ¿Y el del gas y la luz?

En la actualidad podemos encontrar el comparador energético, una herramienta online con la que de forma completamente gratuita podrás encontrar las ofertas vigentes en la actualidad que mejor se ajustan a tu caso particular. Puedes utilizarlas con un ordenador, móvil o tablet, y destacan porque puedes encontrar dichas ofertas en menos de dos minutos. ¡Rápido y fácil!

¿Cómo conseguir la energía más eficiente? 

La mayor parte de las viviendas utilizan gas – natural, butano o propano – o electricidad para su calefacción; sin embargo, en la actualidad podemos encontrar nuevas fuentes de energía que no solo son mucho más óptimas sino también más baratas. Tal es el caso de la CALDERA estufa de pellets, un sistema de calefacción de biomasa que es altamente respetuoso con el medio ambiente y cuenta con un alto poder calorífico.

Los pellets se obtienen DEL prensando la madera; por tanto, es un combustible completamente natural cuya FABRICACIÓN producción no ha producido contaminación alguna al entorno, algo que sí puede suceder con el gas natural o la electricidad. Además, solo con una estufa de pellets de 8 kW es suficiente para un piso de 80 metros cuadrados. Si necesitas más información sobre las estufas Y CALDERAS de pellets, puedes encontrar más información en este artículo.

Por otro lado, la aerotermia es otra de las alternativas a los sistemas tradicionales para una calefacción más eficiente y también te puede servir el agua caliente sanitaria. Destaca principalmente porque no emite dióxido de carbono y puede extraer aire caliente del exterior incluso durante los meses de invierno, que es precisamente cuando se necesita más.

Si quieres que tu caldera funcione correctamente, independientemente de si es de biomasa, eléctrica, de gas o de gasoil, lo importante es que hagas un correcto mantenimiento en casa.

Un error que comete mucha gente es esperar hasta el último momento para realizar el mantenimiento de la caldera. Con estos consejos te resultará más sencillo tener tu caldera a punto:

 

Haz limpiezas periódicas

 

Una o dos veces por semana es recomendable retirar las cenizas y limpiar el polvo que queda en su interior como consecuencia de la quema de combustible. Los cajones de cenizas, al ser extraíbles, facilitan mucho esta tarea.

Aunque muchas calderas de pellet disponen de sistemas de autolimpieza, es aconsejable limpiar la cámara de combustión con regularidad por si han quedado residuos. Limpiarla con más o menos frecuencia dependerá del modelo de caldera y del uso que le des.

A menos que tu caldera tenga un sistema de limpieza automática, también deberás limpiar los pasos de humos y del quemador.

 

Calibra la caldera cada vez que cambies de combustible

 

Esto es necesario porque dependiendo de la forma y densidad del combustible, puede cambiar la cantidad transportada por el alimentador.

 

Revisa la salida de humos

 

Es conveniente revisar la chimenea o la salida de humos una vez al año y limpiar el hollín acumulado en caso de que sea necesario.

 

Haz el mantenimiento con antelación

 

No dejes que el invierno te pille desprevenido y sé previsor con el mantenimiento y revisión.

 

No olvides la revisión anual obligatoria

 

Según el Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios (RITE, RD 1027/2007, de 20 de Julio), es obligatorio que un técnico haga una revisión de la caldera una vez al año.

Si el aparato está en garantía, el fabricante establece la obligación de hacer esta revisión anual para que la garantía tenga validez.

Durante esta revisión, el técnico realizará las siguientes tareas:

  • Revisar la eficiencia del sistema
  • Revisar los elementos hidráulicos y eléctricos
  • Revisar los elementos de seguridad
  • Limpiar el quemador
  • Comprobar que todo funciona correctamente

 

Si tienes cualquier duda, ponte en contacto con nosotros y estaremos encantados de ayudarte con el mantenimiento de la caldera.