Llamamos acumulador de inercia a un depósito térmico, en el cuál, puede almacenarse provisionalmente la energía procedente de las calderas. Al igual pasaría con la energía solar solar y suministrada por los sistemas de calefacción como los radiadores, suelo radiante y calefacción en pared.
¿Cuándo se usan los acumuladores de inercia?
Los acumuladores de inercia se emplean principalmente cuando la producción y el consumo de calor no se produzcan en el mismo momento. Este es el caso, en especial, de calderas de leña e instalaciones solares. En las calderas automáticas se reduce el número de arranques del quemador, lo que conduce a una reducción del consumo de combustible.
Tipos de acumuladores de inercia
Existen de dos tipos, acumuladores de inercia sin tratamiento para calefacción y con tratamiento para calefacción.
Sin tratamiento para la calefacción:
Un acumulador de inercia se utiliza mayoritariamente en sistemas de calefacción donde no se produce ACS, como por ejemplo en calderas de pellets o biomasa. Todas estas instalaciones necesitan un acumulador de ACS a parte si se quiere hacer uso de agua caliente sanitaria.
Con tratamiento para la calefacción:
Un acumulador con tratamiento se utiliza en sistemas de calefacción donde también se quiere producir ACS, como por ejemplo en sistemas de calefacción por aerotermia. El agua se acumula en un depósito tratado para su posterior uso doméstico.
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